La promesa de recambios más baratos y siempre disponibles para tu coche pasa por la impresión 3D. Ya no es sólo cosa de Ferrari o Koenigsegg

La promesa de recambios más baratos y siempre disponibles para tu coche pasa por la impresión 3D. Ya no es sólo cosa de Ferrari o Koenigsegg
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¿Y si pudieras fabricar hoy la moldura exacta o el aireador de un coche clásico de los años 80 que ya no existe en ningún catálogo? ¿O diseñar un prototipo funcional en cuestión de horas? La impresión 3D ya no es una promesa futurista: es una herramienta real que está transformando la industria de la automoción, desde la restauración hasta la Fórmula 1.

Esta tecnología permite crear piezas a medida, reducir costes, acelerar procesos y dar rienda suelta a la personalización. Y lo mejor: su uso está al alcance tanto de grandes marcas como de pequeños talleres o particulares.

Una tecnología versátil y en pleno auge

La impresión 3D, también conocida como fabricación aditiva, consiste en crear piezas tridimensionales capa a capa a partir de un modelo digital. Los materiales más comunes en automoción van desde plásticos técnicos como el PA12 o el ASA-CF, hasta metales como el titanio o el aluminio, pasando por resinas específicas o materiales reciclados.

Además, se emplean tecnologías como FDM, SLS, Multi Jet Fusion o fusión láser (DMLS), dependiendo del uso final de la pieza. Según datos recientes, el mercado mundial de impresión 3D para automoción alcanzó los 4.700 millones de dólares en 2023 y se espera que crezca más de un 14 % anual hasta 2032. El motivo es claro: cada vez más marcas buscan procesos más sostenibles, personalización sin límites y producción más eficiente.

Coches clásicos, restauración y repuestos imposibles

Un ejemplo claro es el de BWB Designs, una pequeña empresa británica que diseña y fabrica piezas descatalogadas o personalizadas para proyectos de restauración. Su fundador, Ben Bishop, recibe molduras o soportes imposibles de conseguir, los escanea o mide, los rediseña en CAD y los imprime con materiales modernos, adaptados al uso actual. Incluso, a veces, trabaja únicamente con fotos de referencia y medidas aproximadas.

Audi

Este tipo de servicio no sólo facilita mantener vivos vehículos únicos, sino que reduce el desperdicio y la dependencia del stock tradicional. Además, abre la puerta a que particulares comercialicen sus propias piezas personalizadas entre comunidades de entusiastas.

Fabricar a demanda significa menos inventario, menos residuos y más rapidez. Marcas como BMW, SEAT, Volkswagen, Skoda, Renault o Koenigsegg ya utilizan impresión 3D en distintas fases: desde prototipos hasta piezas finales. Por ejemplo, Porsche imprimió una carcasa de propulsión eléctrica optimizando su diseño para reducir peso. Bugatti logró reducir en un 45 % el peso de componentes como la suspensión con chasis impresos en metal.

En España, firmas como CUPRA y LIUX también se suman a la tendencia. Esta última destaca por fabricar su coche eléctrico LIUX Animal con materiales reciclados mediante impresión 3D, lo que le ha permitido reducir en un 70 % el consumo energético durante la producción.

Motos, competición y personalización

El mundo de las motos tampoco se queda atrás. Empresas como Skorpion Engineering rediseñan y fabrican componentes exclusivos con impresión 3D. En competición, marcas como McLaren, Ferrari o Red Bull Racing han integrado esta tecnología para aligerar piezas, fabricar tomas de aire, conectores o mejorar el flujo aerodinámico, todo con una rapidez impensable hace unos años.

Koenig

La personalización es otro terreno fértil para esta tecnología. Desde carcasas impresas en fibra de carbono hasta asientos únicos diseñados con PolyJet, marcas de lujo como Maserati, Rolls-Royce, Lamborghini o Aston Martin apuestan por la fabricación aditiva como un valor añadido que encaja con su filosofía artesanal y exclusiva.

Otro punto interesante de la impresión 3D en la automoción es que no se limita a un segmento: sirve tanto para vehículos industriales como para superdeportivos, para restauradores de clásicos o para startups que diseñan coches urbanos sostenibles.

Y su potencial no deja de crecer gracias a la mejora constante de los materiales, la digitalización de los procesos y la aparición de soluciones como las impresoras industriales de HP, que permiten imprimir desde prototipos hasta piezas finales en plazos cortísimos. Así, la impresión 3D ha llegado para quedarse, y promete transformar la forma en que se conciben fabrican y personalizamos los vehículos del presente y del futuro.

Imágenes | Unsplash, Koenigsegg, Skoda, BWB Designs

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